de cristales semiesmaltados

Y ese olor espantoso? Le pregunte. Es el azucar quemandose, me respondio. Proviene de aquel ingenio, el que ves alla, bueno aunque en realidad no se ve nada, pero ahi esta, yo lo he visto, hay unas enormes chimeneas de ladrillo. Todo el humo es dulce y se queda pegado en las nubes. Yo creo que algun dia deberiamos caminar hasta llegar a ese ingenio, deseo conocerlo. Es ahi de donde proviene el azucar que estas mezclando ahora mismo con tu cafe, me dijo. Yo solo quiero una cucharilla por favor, siento que con el olor es suficiente, suficiente por hoy. A mi tambien me repugna tener que lidiar con tanto dulce a mi alrededor, es por eso que generalmente no estoy aqui, me gusta seguir la corriente del rio amarillo, palpar el cesped humedo del cementerio por las tardes, cerrar los ojos y sacudir la cabeza. Lo se, te conozco muy bien, le dije. Tan pronto terminamos de absorber el calor de nuestras tazas, comenzamos a correr, y dejamos la casa vacia, aun mas vacia.

Vivo en un lugar en el que jamas estoy.
Cuando mis ojos ven algo,
yo estoy atento en otra cosa.
Hoy hable con Nancy, y fue amor.
Ya es de noche y sigue el sol.
Nunca fuiste una cancion.