
Sacame a pasear en tu silla de ruedas. Como si fuera un muerto, un palido. Quiero salir a rodar bajo el sol afilado de medio dia. Sobre tu silla de ruedas. Y que las piedras del camino salten y revienten como petardos una por una en el aire, y que el polvo del camino nos perfume la cara, y que la evaporacion del camino nos consuma rasguñando nuestra carne, y el camino, que el camino al final no este, sino que sea. Y por ventanas sin cristales poder atravezar a una alcoba, una celda de manicomio para dos locos que no saben si despiertan cada mañana juntos sobre algodon o cesped mojado. O talvez en un subterraneo. Y despues de arañarse se levantan, se dirigen al comedor principal de la antigua institucion donde desayunan su calida merienda habitual, para luego salir una vez mas. Y es justo en ese preciso instante, cuando me sacas a pasear de nuevo sobre tu silla de ruedas.

2 comentarios:
Dejé de visitar tu blog unos días y lo encuentro distinto, me gusta mucho!
Sigue igual tu manera rara de relatar, este relato me fue muy descriptivo y me produjo sensaciones encontradas, quizá porque me recuerda a alguna que tal vez experimenté!
Te dejo mis saludos, un placer visitarte, como siempre!
y después de arañarse, se levantan...
knife party....
mmmm una pregunta, no en plan malacopa ni nada peroo....q estás leyendoooo?? no sé hahha
bicos
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