miércoles, 10 de diciembre de 2008

presencia impresente; en tiempo presente


El ultimo lunes fue el primer dia de verano, segun mi calendario personal-postulante a universal. Es muy sencillo como todo llego a consumarse tan rapido. Veran, me encontraba saliendo de mi casa por segunda vez, y esta parecia tratarse de una ocasion precisa y adecuada, para que al penetrar el exterior, me percatara de un cambio en el ambiente habitual de arena, sol y sapos. Un cambio fugaz, porque no demoro mas de lo debido en convertirse en algo completamente natural... o infimo. Asi que el lunes fue el primer dia de verano, el viento lo confirma y anuncia. Y trae el mismo aroma del año pasado, pense. La misma sensacion. Y aunque mi conciencia me lo confirme, un sector insistente de mi mente refuta diciendo que las memorias invisibles no provienen de verano, sino de otoño. No lo creo. Verano de nuevo! Por tercera vez consecutiva. Y en que cara de la luna se oculta el invierno ajeno?


Es poco comun observar las nubes desde arriba. Una de las pocas veces en las que me imagino que uno tiene la oportunidad de hacerlo, es cuando se esta sobre un avion. Anoche soñe que estaba en un aeropuerto. Y recien me di cuenta que no era yo el que me iba, el que viajaba. Porque al llegar a la puerta detectora de metal, me detuve y me despedi de una persona sin cabeza. No hace falta analizar esa parte. Asi que luego me sente sobre el piso frio de azulejo y me pregunte que podria hacer, al no formar parte de la tripulacion y quedarme aqui en tierra. Entre segundos de meditacion aparecio frente a mi un planeta azul parecido a la luna de aquellas viejas peliculas en blanco y negro. Tambien se presento lo mas estremecedor de todo, una serie de presencias impresentes. Raro. Ultimamente he dejado de creer en las pesadillas. Prefiero calificar a todos mis sueños como lo unico que son al final; sueños. Vida.